lunes, 14 de noviembre de 2016

Los Árboles Alegóricos Por Teodoro Darnott



El libro de Bereshi (Génesis) que es el primer libro de La sagrada Torá Dios presenta una alegoría compuesta por dos árboles. El árbol de la vida y el árbol del conocimiento, de la ciencia del bien y del mal.
No son árboles literales. sus frutos tampoco son literales. Son una alegoría que encierra un secreto divino que dios revela a sus hijos y oculta a los rebeldes.

el árbol del conocimiento del bien y del mal es el opositor mismo (Satanás) su fruto es un conocimiento invertido. O mejor dicho un entendimiento invertido de lo que es bueno y de lo que es malo. O sea lo bueno pasa a ser malo y lo malo bueno según Satanás. y ese entendimiento es para oposición a Dios. Por lo tanto produce muerte.

El árbol de la vida es otro ser celestial el cual posee el conocimiento y la ciencia del altísimo. un conocimiento recto que produce vida.

Adan y Eva fuero colocados frente a estos dos conocimientos y ciencias. ellos tenían que optar según el mandato de Dios y no según su razón.
Pero ellos no atendieron el mandato divino y eligieron el conocimiento y la ciencia equivocada.

¿Para que eran estos dos árboles?

- Cada árbol produce un modelo de personalidad, carácter y conducta diferentes y contrarios.
Son dos modelos de mundo. Dos ordenamientos de cosas.
Vivir bajo estos ordenamientos significa estar bajo el poder de Dios o del Satán. Es pertenecer jurídicamente a Dios o al Satán.

La ley de Dios configura un mundo de Dios. Ese mundo tiene sus fronteras donde comienza el mundo del Satán. O sea el mundo según el entendimiento del Satán sobre lo que es bueno y lo que es malo. El mundo según el fruto prohibido.

Estos dos mundos se respetan entre si según el derecho divino. Satán y los suyos no tienen entrada al mumdo de Dios; y Dios no gobierna en el mundo del Satán sino en su propio mundo. Los humanos podemos cruzar las fronteras de los mundos para bien o para mal según el mundo en que escojamos vivir.

El profeta Daniel no fue tocado por los leones. Él estaba en el mundo de Dios. Aun viviendo en medio del mundo de Satanás.


Lo mismo ocurrió con los lanzados al horno de fuego por Nabucodonosor. Ellos no fueron tocados por el fuego.
Si alguien del mundo de Dios muere en manos de los impíos es por una sola razón: su muerte es necesaria para vencer al maligno. De potra forma si el maligno nos llega a tocar es porque estamos en su mundo y no en el de Dios. Libramos oh señor del poder del maligno.

Los martires son quienes a precio de sus vidas entran en el mundo del maligno, no para someterse a él, ni a su modelo de vida; sino para rescatar personas para el mundo de Dios. Pero los mártires no pueden ser protegidos pues han escogido el camino del sacrificio como forma de lucha contra el Satán.
Ellos han entrado al mundo del Satán para desafiarlo a él, a su mundo y a su sistema. Ellos tienen que pagar el precio el cual es la muerte brutal o la prisión en manos del Satán y su sistema.